Caí.
Caí en la trampa y en el juego.
Otra vez más de tantas.
Por lo menos ya tengo asimilado que la culpa la tengo yo, que eso me pasa por coger tanta confianza con las personas, que cojo mucho cariño y después pasa lo que pasa, vienen los caprichos.. Y encapricharse a veces es malo, otras no. En mi caso siempre es malo. Soy demasiado tonta, no relaciono las cosas, confundo los sentimientos, y los sentimientos me confunden a mi.
Pero está vez no, lo siento confusiones, pero ahora le toca jugar a mi corazón.
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